En un mundo donde la juventud a menudo se asocia con la innovación y el espíritu emprendedor, es crucial desenterrar los mitos que rodean a los emprendedores de mayor edad. El reciente estudio del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre, titulado el III Mapa de Talento Sénior, arroja luz sobre la realidad del emprendimiento entre los trabajadores autónomos sénior en España.

Según este estudio, el número de trabajadores autónomos sénior, definidos como aquellos mayores de 55 años, ha experimentado un notable aumento en los últimos años. En contraste, el número de autónomos más jóvenes ha disminuido significativamente. Esta tendencia se refleja claramente en las cifras, donde los autónomos sénior superan a los más jóvenes en una proporción de más de cinco a uno.

La presencia de los trabajadores autónomos sénior en la fuerza laboral española es cada vez más significativa. Representan el 31,1% del total de autónomos, mientras que los más jóvenes solo constituyen el 6%. Este cambio demográfico refleja un cambio en la dinámica empresarial y desafía los estereotipos asociados con la edad y el emprendimiento.

Además, el estudio revela que el emprendimiento femenino sénior está en aumento, con un 18% de mujeres sénior que son autónomas en comparación con solo el 4% de mujeres más jóvenes. Esto desafía la noción de que el emprendimiento es exclusivamente una empresa juvenil.

Una de las conclusiones más interesantes del estudio es que el trabajo por cuenta propia entre los autónomos sénior no se limita al «autoempleo». De hecho, el 35,4% de los autónomos mayores de 55 años contratan trabajadores asalariados, en comparación con solo el 10,5% de los autónomos más jóvenes.

En resumen, el estudio desafía los estereotipos sobre el emprendimiento relacionados con la edad y destaca la contribución significativa de los trabajadores autónomos sénior a la economía y al mercado laboral español. Es hora de desmitificar los bulos sobre emprendedores de más edad y reconocer su valioso aporte al mundo empresarial.